Combatir el pecado, Fernando Jiménez

Ilustración: Anael Tritura

A partir de lo hecho con el cuento de Quiroga, decidí hacer apuntes sobre algunos de los cuentos que lea en el año, como parte de mi documentación para la beca. Para continuar, revisaré el cuento «Combatir el pecado«, de mi amigo Fernando Jiménez, ganador del Primer Premio Nacional de Cuento Fantástico Amparo Dávila.

El cuento lo pueden leer aquí.

Fernando, amigo, si estás leyendo esto te mando saludos.

Adjetivos-adjetivaciones:

Día raro.
Bragueta abierta.
Moño rojo.
Traje azul.
Traje sucio.
Traje planchado.
Panal golpeado.
Fácil.
Dios demandante.
Inocentes.
Idiotas.
Iglesias bonitas.
Música sacra.
Villancicos asombrosos.
Vieja extremadamente vieja.
Camisón rosa.
Camisón viejo.
Maquillada.
Quejido gutural.
Esfuerzo titánico.
Banca funcional.
Metal caliente.
Señora gorda.
Callada.
Balance positivo.
Discurso inteligible.
Gente pobre.
Personas ricas.
Pobre.
Hombre pequeño.
Blanco.
Biblia azul.
Personas tristes.
Puto abrazo.
Estoico.
Vida perra.
Monjas molestas.
Monja gorda.
Técnica felativa.
Atención científica.
Libres.
Padre regordete.
Ciegos.
Callados.
Corazones tibios.
Tremenda.
Palomas disecadas.
Campanas mudas.
Plaza quieta.
Escenografía barata.
Tamaño real.
Debilucho.
Amable.
Cabrón pecado.
Pinches árboles.
Algo bíblico.
Pecado terrible.
Horroroso.
Manera mecánica.
Piel negra.
Experto.
Bestia infernal.
Videojuegos violentos.
Valiente religioso.
Destreza profesional.
Teta satánica.
Teta perfecta.
Valiente.
Cabeza partida.
Modo virgenístico.
Algo celestial.
Bestia muerta.

Adverbios:

Extremadamente.
Bruscamente.
Independientemente.
Claramente.
Involuntariamente.
Verdaderamente.
Notoriamente.
Visiblemente.

Imágenes (metáforas, símiles, apariencias y comparativas):

Parecía un loco.
Los carros parecían avispas, como si la calle fuera un panal golpeado.
Una vieja extremadamente vieja, parecía que moriría en cuestión de segundos.
Usaba un camisón de satín rosa, tan viejo como ella.
Estaba tan maquillada como una drag queen.
Parecía un niño manoteando.
“Disfruta la vida”, decía su playera, como si todo se tratara de un puto abrazo.
Permitimos que la gente se divorcie como si fuera un juego.
Caminaban como hormigas, enfiladas sin permitirse mayores distracciones.
El bullicio se esfumaba como si alguien le bajara el volumen al día.
Sentí una fuerza tremenda apretarme el pecho y la cabeza, como si el cielo entero me apachurrara.
Las palomas parecían disecadas.
Las campanas quedaron mudas.
Las personas parecían haberse congelado.
Los pájaros quedaron suspendidos en el aire como focos o alguna clase de escenografía barata.
Mi entorno era como un tablero de ajedrez.
Mi entorno era como una maqueta de tamaño real.
Toqué al policía que lloraba, pero era como un muñeco.
El predicador ondeaba el bate de un lado al otro como si esperara que una bola cayera del mismísimo cielo.
Corrí de inmediato al árbol más cercano, como si los pinches árboles fueran a refugiarme.
El pecado parecía arrastrarse.
Su cuerpo parecía de oso pero con menos pelaje, una especie de yeti con alopecia.
Fue como si alguien me insertara la información en mi disco duro.
El cuchillo parecía estar pegado a su mano y pesar una tonelada.
El pecado comenzó a gemir como si copularan dos adolescentes.
Giró su seno como un engrane.
Cada palabra parecía quemar al pecado, era como si conjurara los hechizos más dolorosos.
Una luz surcó el cielo, como cuando va a pasar algo celestial,
Entre la sangre de la bestia habían tangas, dildos y algunos clítoris que se movían como insectos agonizantes.

En amarillo las adjetivaciones, en verde los adverbios y subrayado y/o en negritas las «imágenes». De un total de 2857 palabras, hubo 73 adjetivos-adjetivaciones, 8 adverbios y 29 imágenes.